21 de diciembre de 2007

La mirada de 'Jeffry'

Hace un par de meses, creo, tuve un silencio bloguero de dos semanas, pero ahora creo que batí el récord: un mes sin postear. Es demasiado tiempo. Mucha agua corrió bajo el puente en estas cuatro semanas, amenizadas con las denuncias de El Francotirador que desenmascararon a los juergueros de la selección peruana de fútbol que mancharon la sagrada blanquirroja con conductas divorciadas de la corrección en plena época de competencia premundialista.

Molesto, asqueado, decepcionado. Podría seguir enumerando hasta mañana mis agrios estados de ánimo con respecto al desbande de trago y mujeres que tuvieron el desatino de cometer Claudio Pizarro, Santiago Acasiete, Andrés Mendoza y Jefferson Farfán, todo en medio de dos partidos de la Eliminatoria (ante Brasil en Lima y versus Ecuador en Quito) y en lo que se suponía era la concentración del equipo, un ya archiconocido y lujoso hotel limeño. Ellos fueron mencionados con nombre propio en los programas de Jaime Bayly, pero Dios sabe cuántos jugadores más habrán pecado esa noche de noviembre. Así el 5-1 que nos metió Ecuador duele más.

Todo esto me hace recordar a un lacónico jugador de la selección de menores de edad que se preparaba para disputar los Juegos Bolivarianos de Ambato, Ecuador, en el 2001. Ese equipo era dirigido por 'Chalaca' Gonzales y concentraba en la Videna. Mi misión era sacar una tarde de la concentración a este jugador, claro que con permiso del entranador, para tomarle unas fotos que serían publicadas en El Comercio, en un especial previo a los juegos. 'Chalaca' accedió y me llevé a ese moreno y joven delantero en un taxi hasta el Parque Olímpico de San Borja para juntarlo con el karateca Akio Tamashiro y varios otros deportistas que representarían al Perú en la cita polideportiva ecuatoriana.

Yo me senté adelante, en ese viejo Volkswagen escarabajo rojo, y él, atrás, con las piernas bien abiertas y los brazos extendidos sobre el asiento, orondo, recontra relajado. Intenté conversar con el muchachón, pero sus respuestas siempre eran monosilábicas y, cada vez que su garganta producía algún sonido, su rostro miraba siempre a cualquiera de las dos ventanillas que lo redeaban. Entonces decidí callarme para no pedirle más peras al olmo. En eso, poco antes de llegar a nuestro destino, el susodicho habló por fin más de dos palabras juntas. Y dijo: "Oe, esa chica que vino la vez pasada del Comercio, cómo se llama??? Ta' rica, bien rica".

Tratando de disimular mi sorpresa, le respondí. Le dije el nombre de mi compañera de trabajo y también le dije que ella era enamorada de otro periodista que trabajaba en deportes, también en El Comercio. Apenas me escuchó, puso cara larga, literalmente gruñó, soltó un disimulado chessssssssumare y espetó: "No importa, pe'. Dile que venga de nuevo a la Videna". Y lo dijo mientras sus ojos miraban al vacío y salivaban como imaginando a esa redactora cuyo nombre, lógicamente, guardaré en reserva. Ese muchacho que salió campeón en Ambato al lado del por entonces suplente Paolo Guerrero, era Jefferson Farfán. Ahora entiendo esa mirada lujuriosa, más que la entendible y normal mirada de un joven movido por sus hormonas. Debió ser la misma mirada con la que el delantero del PSV holandés habrá examinado a las chicas que metió en su cuarto del Hotel El Golf, mujeres que, claro, no tienen punto de comparación moral con mi ex compañera de trabajo, y con las que, aparentemente, chupó cantidades industriales de chela y quién sabe qué licores más.

Ahora 'Jeffry' es el campeón de la juerga y nos debe cantidades industriales de goles, igual que el 'eléctrico' Mendoza y Pizarro, en quien, ya saben, nunca deposité mi confianza, deportivamente hablando. 'Pizza' se me terminó de caer. Siento alivio al pensar que ya no veremos más a Claudio con la chompa de la selección. ¿Y Acasiete? Qué mal, Santi, por qué la fregaste tan tontamente si de este grupo de desbande eras el único que la estaba rompiendo en la cancha con la blanquirroja.

Eso sin contar que, la verdad, no le creo a Paolo Guerrero cuando dice que no se escapó de la concentración antes del partido con Brasil. Y pensar que él era la garra y el alma de la selección. Parece que ahora ese calificativo solo le queda al 'Loquito' Vargas.

Qué lástima, realmente. Decepción total. Igual mal Chemo, por apañador.

Mejor nos reímos un rato con El Especial del Humor de Carlos Álvarez y Jorge Benavides. Trataron chévere este tema. Genial parodia del desenfreno y de la 'venganza' de Uribe, el ex DT de la selección (¿se acuerdan de su salidita en Japón?). Mejor nos reímos y nos dejamos de hacer bilis.

Parte I


Parte II


Parte III

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