
Mi vergüenza se suele repetir al final de las Torres de Limatambo, casi llegando al coliseo Dibós, cuando nos dirigimos a la casa de mi abuela, ubicada a unas cinco cuadras de ahí, yendo por Primavera o Angamos para más señas. Si fuera por mí, pago mi sacrosanta luquita por cabeza hasta Carrión, pero la mirada de Carol, pragmática como siempre, me recuerda que la consigna es ahorrar. El ahorro es progreso, es el pensamiento que me encargué de popularizar en mi pequeño departamento alquilado. Y, entonces, estoy obligado, so pena de que no me sirvan la cena con cariño en la noche, de poner cara de misio (que lo soy) y casi rogarle al cobrador que no se baña que nos cobre cincuenta céntimos a cada uno, porque es aquí al toque nomás, 'compare', en Carrión.

Arriba, en esas cinco cuadras, ya es otra historia. Milagrosamente siempre encontramos sitio para sentarnos, y con las justas me alcanza para pensar en por qué diablos nunca puedo hacer click en el argot microbusero y decir ¡"A china, pe'!", y también me da tiempo para preguntarme en silencio si con tantos cincuenta céntimos que me ahorro, me alcanzará algún día para comprarme el carro cero kilómetros con el que sueño. "¡Bajan en Carrión!" "¡Bajan!"
4 comentarios:
Buen cierre, Nosfe
M.
Pues te falto poner cuando te suenan las monedas en la cara para pedirte el pasaje o te dicen "apeguese", "asencillame", "pie derecho, pie derecho" jaja, muy buen post!
Buena Luchiano, pero no creo que haya sido precisamente de malo la cara que le pusiste al cobra que no se baña.
Elkin
Tienes razón hermano, es un favor el que los cobradores hacen... por lo cual estoy tratando de popularizar la "ZAMBA"!!! (nada que ver con el baile), la que consiste de 60 céntimos para cualquier tramo menor.
Sin embargo, y no obstante de haber sido bajado innumerables veces de la combi, yo insistiré siempre con mi consabida... "china a Sima... apla!!!"
RTP: Mejor contribuye con tu pasaje completo pa que el cobrador se pueda comprar un jabón Dove!!!!
Publicar un comentario