
Claudio tiene ganas, pero no la mete. No moja. No celebra goles propios y de un tiempo a esta parte tiene que conformarse con gritar los goles de otros. Sin embargo, imperturbable, sigue ahí, fiel a la confianza de Chemo y haciendo oídos sordos a las rechiflas que bajan de la tribuna cuando el locutor menciona su nombre a la hora de dar la alineación.
Hubo una jugada en estos dos partidos recientes de la selección, en la que me pareció que Pizarro cuidó las piernas al momento de arremeter sobre el arco contrario. Parece que cosas así no solo las veo (o las siento) yo. No es casualidad que lo acusen de jugar con guante blanco con la camiseta peruana para después gastar los botines cuando el Chelsea lo requiera en su once titular. También está el factor mala suerte. Ese cabezazo suyo al parante boliviano mereció entrar.
Sea como sea, lo cierto es que en con la banda Claudio no es el goleador que todos reclaman, el artillero que su presente futbolístico en Europa obliga a ver en él, y su imagen con la blanquirroja se desmenuza cada vez más en la medida que se hace más grande la de Paolo Guerrero, quien junto a Juan Manuel Vargas y Nolberto Solano, encarna el alma nueva de la selección.

Pero para Chemo no hay batería baja que valga. Ha dicho a todo el mundo que Pizarro es titular indiscutible y que el Perú no está como para darse el lujo de dejar fuera de su equipo titular a un hombre que ha sido fichado por uno de los equipos más importantes de la Premier League inglesa.
¿Y qué va a pasar si ante Paraguay el 13 de octubre, ya por los puntos premundialistas, Pizarro sigue en sequía? ¿Y qué va a pasar si ante Chile, en el segudo partido de la Eliminatoria, sigue celebrando goles de otros? Es más, qué pensará Chemo si en una de esas entra Gonzales Vigil con la bravura con la que lo hizo frente a Bolivia y marca uno o dos tantos. ¿Chemo seguirá en sus trece?
Los observadores más depurados afirman que Claudio cumple una labor fundamental aunque no anote: jala marca y mantiene ocupados a los defensores rivales para que otros tengan los espacios suficientes para hacer daño.

Todas las personas, incluso en el fútbol, merecen una segunda oportunidad. Es seguro que Claudio la tendrá, quizá también una tercera y hasta una cuarta, pero hay que recordar que la Eliminatoria consta de 18 partidos. Si no la mete, Chemo tendrá que ceder tarde o temprano a la razón de la tribuna y del hincha que viaja en combi, como yo. Pero Claudio todavía puede. Debe vencer primero la presión interna, la de su ansiedad, y debe jugar suelto porque, estoy seguro, nadie lo querrá partir. Ya no hay Julián Caminos, al menos eso espero.
2 comentarios:
tienes toda la razón en este articulo.. y si lo tuyo es el deporte muchacho..!!
me parece que te equivocas con Pizarro.. el hecho de catalogar a un delantero EN EL ESQUEMA PERUANO solamente por su falta de gol es muy limitado..
Otra cosa, confunden mucho el "rajarse" o "tirarse al suelo" con jugar bien.. si fuese por ganas, pues gonzales vigil, la loba lobaton o hasta fano serian titulares en la seleccion.. pero con ganas no basta para ganar un partido.. el futbol se ganan con goles y con futbol.. y si bien es cierto Claudio no anoto goles, estoy segurisimo que Paolo (u otro) no anotaria si no tuviese a Claudio a su lado.. alguien que jale las marcas y/o que aguante el peso de toda la defensa
Para terminar, Claudio fue el goleador nuestro en la Copa America (2/5 goles hechos por Peru) y NADIE dijo nada.. nadie lo alabo por eso ni nada.. Paolo jugo mal, le puso ganas pero jugo mal y todos lo alabaron....
La prensa a veces se gana con justa razon ese estribillo que dice "la verguenza nacional..."
Saludos
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